Y entonces notas en tu piel su piel, acaricias la piel más suave del mundo, suave y tersa, y sabes que está lejos, pero tus dedos le siguen notando, es como si le tuvieras justo a tu lado... Y te gustaría que no existieran las distancias, y que lejos y cerca significaran lo mismo. Te gustaría tenerle a tu lado cuando comes, cuando estudias o cuando duermes, necesitas tenerle a tu lado cuando ríes, y necesitas tenerle a tu lado cuando lloras.