Las personas no sólo somos un color de pelo, un tacto de piel distinto a otro, una cara bonita o una simple talla de pantalón. Detrás de todo hay algo más, mucho más, algo que cada persona pone los límites para conocer tanto como se proponga. A veces vivimos como si todo esto fuera eterno, pero
todo tiene su fin. Y un golpe de realidad, es lo que hace falta para despertar a veces y darte cuenta de que cuando las cosas no pueden ir peor,
siempre sucede algo que te hace sentir mejor.