No recuerdo muy bien en qué momento exacto empecé a quererte, ni cuándo fue realmente cuando me enganche a ti, a esa jodida adicción que me creas y de la que no me puedo desprender. Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que hablamos, y en parte me jode saber que podría haber evitado todo esto desde el principio. Si nunca te hubiera conocido es cierto que me habría ahorrado miles de lágrimas innecesarias, de días grises, de tristeza y de rabia. Pero... ¿qué hay de esa sensación que me produces cuando estás cerca? ¿y de tantas de las sonrisas que me has arrancado? ¿y de todos aquellos besos que me has regalado? Es posible que el daño que me has causado es mucho pero,¿sufre más quien espera siempre, o aquel que nunca esperó a nadie?